De nuestra granja a ti

Siga el viaje de nuestro cacao desde la fruta hasta el chocolate terminado. A través de una serie de fotos e historias, vea cómo cosechamos, fermentamos, secamos, asamos y creamos cada lote a mano. Esta es cacao de la manera que debía ser: real, enraizado y hecho con cuidado en cada paso.

Algo antiguo toma forma.

El árbol de cacao


Todo comienza aquí, en nuestra granja en el norte de Guatemala, donde los árboles de cacao prosperan bajo el sol tropical. Estas coloridas vainas sostienen las semillas que se convertirán en chocolate.

La cosecha comienza

Recolectando la fruta


Cada vaina madura se corta a mano del árbol con un machete o un gancho de poda. La cosecha se realiza con cuidado de proteger el árbol y garantizar que solo se tomen frutas maduras. Dentro de cada vaina están las semillas, lo que llamamos frijoles de cacao, encerrados por la pulpa blanca dulce. Este es el primer paso real para transformar la fruta en chocolate.

Extracción

Abrir las vainas y eliminar la pulpa

Una vez cosechados, las vainas de cacao se dividen a mano, generalmente con un machete. En el interior, cada vaina contiene de 30 a 50 semillas cubiertas con una pulpa blanca dulce y pegajosa. Estos son los frijoles crudos de cacao. Las semillas y la pulpa se recogen y recolectan cuidadosamente en recipientes grandes, listos para la fermentación, el paso crucial que comienza a desarrollar sabor a chocolate.

Fermentación

Donde florecen los sabores

Los frijoles y la pulpa extraídos se colocan en cajas de fermentación de madera y se cubren. En los próximos días, los microbios naturales descomponen la pulpa y generan calor, alcanzando temperaturas de más de 120 ° F. Esta etapa crítica transforma los frijoles, desarrollando su sabor y reduciendo la amargura. La fermentación adecuada es la base del buen chocolate.

Secado al sol

Bloqueado en el sabor y la vida en el estante

Después de la fermentación, los frijoles se extienden para que se sequen al sol. Esto lleva varios días y debe hacerse lenta y uniformemente para evitar el moho y preservar la calidad. Los frijoles se giran regularmente para garantizar un secado constante. Al final de este paso, se han oscurecido en color y han desarrollado el rico aroma del verdadero cacao.

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Asado el cacao

El calor transforma el frijol y revela su verdadero carácter.

Después de secar, los frijoles están asados ​​para desarrollar su sabor completo. Este paso provoca los ácidos afilados como vinagre que quedan de la fermentación, lo que permite que los aromas naturales brillen. A medida que se evaporan la humedad y los compuestos volátiles, los frijoles adquieren notas ricas y complejas: fruta, nuez y profundamente chocolate. El tostado cuidadosamente controlado es lo que convierte el cacao crudo en algo realmente delicioso.

Agrietamiento y ganando

Romper el frijol para encontrar lo que más importa.

Después de asar, los frijoles se abren para exponer las puntas de cacao en el interior. La luz, las conchas de papel se separan de las puntas más pesadas a través de un proceso llamado Winnowing. Lo que queda es el cacao puro, intensamente aromático, lleno de potencial y listo para la próxima transformación en su viaje para convertirse en chocolate.

Moliendo el cacao

La piedra y la fricción comienzan la transformación.

Una vez ganado, las puntas de cacao se alimentan en un molinillo de piedra donde son triturados y refinados durante muchas horas. La presión y la fricción liberan la mantequilla de cacao natural de los frijoles, convirtiendo las puntas sólidas en una pasta espesa y fluida conocida como licor de cacao. Esto también es cuando agregamos otros ingredientes, como el azúcar orgánico, la leche en polvo o las especias, dependiendo de la receta final. La mezcla se suaviza lentamente, llenando la habitación con el aroma profundo y complejo de chocolate real en la fabricación.

Sentir el chocolate

Textura suave

Después de moler, el chocolate se pasa a través de una malla fina para eliminar los trozos de cáscara restantes o partículas sin refinar. Este paso asegura una textura sedosa y uniforme y prepara el chocolate para su forma final. Una vez tensado, está listo para ser vertido y empacado

La precisión y la paciencia traen brillo y snap.

Temperando el chocolate

El templado es el proceso de calentar y enfriar cuidadosamente el chocolate para formar cristales de mantequilla de cacao estable. Este paso es esencial: le da a la barra final su acabado brillante, chasquido limpio y sensación de boca suave. Sin templar, el chocolate se mantiene suave y puede permanecer suave o derretirse incluso a temperatura ambiente. Hecho bien, se bloquea la textura y la belleza que hacen que el chocolate sea realmente irresistible.

La forma final comienza a tomar forma.

Moldeo y enfriamiento

Una vez templado, el chocolate se vierte en moldes y se vibra suavemente para eliminar las burbujas de aire. Luego se enfría a un ritmo controlado para preservar su brillo, chasquido y estructura. Mientras se establece, el chocolate pasa de líquido a firme, listo para ser envuelto, compartido y disfrutado. Cada bar es el resultado final de un viaje que comenzó en el árbol.

Desde nuestra granja hasta su puerta.

Envío con cuidado

Hemos enviado nuestro chocolate a los 50 estados, e incluso Puerto Rico, siempre con un objetivo en mente: que llega en perfecto estado, listo para ser disfrutado. Cada pedido está lleno de cuidado y aislado cuando es necesario para protegerlo del calor. Ya sea que esté en una gran ciudad o fuera de lo común, estamos orgullosos de compartir un poco de sabor de Guatemala con amigos en todo el país.

Nada de esto sucede sin ti.

Gracias

Gracias por seguir el viaje de nuestro chocolate, desde el árbol de cacao hasta la barra final. Cada paso se realiza con cuidado, y nada de eso sería posible sin su apoyo. Al elegir nuestro chocolate, estás ayudando a mantener una pequeña granja, salarios justos y una tradición arraigada en Guatemala. Estamos profundamente agradecidos de compartir esta historia, y este chocolate, con usted.